Hoy más que nunca el comercio electrónico ha cobrado mucha relevancia y el mercadeo digital es un pilar fundamental.
La creatividad para diferenciar un producto o servicio es cada vez un reto mayor para las agencia de publicidad y demás especialistas relacionados.Una de las herramientas más usadas son los formularios de contacto, las landing pages, o los sorteos. Todas estas estrategias nos ofrecen algo a cambio de nuestros datos.
Todo este caudal de información nos lleva hacia «Big Data», estamos hablando de una manera de procesar la información para que las acciones sean predictivas, orientadas a intereses y que permitan a las empresas crear experiencias de venta personalizada. Pero ¿cómo contribuimos a esto? con nuestros comentarios, búsquedas en Google, uso de mapas y localizadores, que te facilitan la vida y te filtran la información que llegará a tu perfil según tus intereses, en sana teoría.
Lo que realmente pasa es que si buscas viajes a París, toda la semana te llegará información relacionada con París, como si fuese una señal del destino.
Aquí notamos como tu rastro digital deja claros tus intereses, por lo que la publicidad y el mercadeo digital automatizado, tomará tus datos, los procesará y te intoxicarán de anuncios.
Es aquí donde los usuarios deben ser especialmente cuidadosos; muchas veces en el afán de ganar algún concurso brindamos más información de la debida y las empresas aún sabiendo que no es correcto solicitar información sensible, lo hacen.
Un ciudadano informado debe conocer sus derechos y obligaciones para no ser víctima de estas estrategias. De igual manera las empresas deben ser éticas en cuanto al manejo de la información.
Muchas aplicaciones tienen marcadas por defecto opciones donde el usuario acepta sin darse cuenta, el acceso a sus contactos, fotos, micrófono de su teléfono, etc.; claramente estamos ante una disparidad de condiciones, ya que los usuarios son muchas veces personas que no cuentan con la alfabetización digital que les permita discriminar si están ante un abuso o no.
Ya anteriormente les hablé sobre la clasificación de la información personal, (Datos sensibles, Datos personales de acceso restringido, Datos personales de acceso irrestricto, Datos referentes al comportamiento crediticio) Pueden leerlo aquí. Esta clasificación es importante que todo usuario la conozca para que pueda estar alerta ante un abuso.
En las redes sociales abundan las estafas y la información falsa; por lo que es nuestra obligación como usuarios ir poniendo en práctica los consejos y las medidas de seguridad que nos dictan las autoridades encargadas del resguardo de nuestra información. Como parte de nuestra responsabilidad debemos ser cautelosos con nuestros datos y valorar las empresas que igualmente nos ofrezcan transparencia en el uso de ellos.
El mundo avanza y la manera de realizar la publicidad también, pero esto implica una gran responsabilidad y una optimización del uso de las herramientas tecnológicas.
El mercadeo debe ser ético, responsable, creativo y ante todo seguro para los clientes.
Como usuarios debemos educarnos y entender que estamos en una era donde la información es vital, por lo tanto debemos ser recelosos con ella.
A manera de conclusión:
· No brinde información personal
· No cuente detalles de su vida familiar
· No brinde información más allá de la necesaria para trámites en línea
· No participe ni llene formularios donde le pregunten información sensible